’LA TEORÍA UNIVERSAL’ O CÓMO NO ENTENDER EL TIEMPO

A hombros de gigantes, así se construye la ciencia en el mundo occidental. Johannes Leinert (Jan Bülow) lo sabe, por eso se dirige a un congreso sobre mecánica cuántica en Los Alpes para escuchar la conferencia de un científico iraní que, con su teoría, parece que va a revolucionar la materia. Acompañado por su director de tesis doctoral, el doctor Strathen (Hanns Zischler), Johannes quiere confirmar sus hipótesis en dicho congreso. A la llegada, conoce al profesor Blumberg (Gottfried Breitfuss), que le anima a seguir con sus investigaciones aun en contra de su director de tesis, con el que Blumberg tenía una amistad. Contrariado por la situación sobre sus investigaciones, conoce a Karin (Olivia Ross), la pianista del bar del hotel donde se alojan, la cual le cuenta cosas de su pasado que sólo él sabe. Arrollado por la situación, allí, en los Alpes, las nubes toman formas anómalas en el cielo, las montañas empiezan a crujir y las personas a desaparecer. Johannes necesita una teoría para darle explicación. ‘La teoría universal’ que lo explique todo, que le dé entendimiento. Estamos en 1962.

Un año marcado por la guerra fría como consecuencia de la segunda guerra mundial, donde el poder geopolítico se delimita por el conocimiento nuclear, y donde la carrera por dicho conocimiento es voraz. Ahí se sitúa Johannes, y en el hotel donde se celebra el congreso. Una situación que le hace dudar de lo que ve, lo que siente, lo que es, lo que sucede, quiénes son lxs demás, y su tiempo. Un tiempo que, mientras acompañamos a Johannes, podríamos verlo como circular, desfigurado.

Timm Kröger moldea una pieza audiovisual sobria, estricta con su relato, en un blanco y negro entre el impresionismo alemán y Hitchcock, en la que nos deja, dentro de ella, en una especie de libre albedrío. Sin necesidad de explicarlo todo, el director consigue formular el film fuera de cualquier género, jugando con el tiempo, con la presencia —y ausencia— de lxs personajes y con el conocimiento, tanto dentro como fuera de la pantalla.

‘La teoría universal’ es un recordatorio, en clave circular, de que el principio es el fin.

Deja un comentario