Bella Baxter (Emma Stone) es devuelta a la vida por Godwin Baxter (Willem Dafoe), un científico extremamente racionalista. Lanzada a este mundo, Bella tiene que aprehender los códigos que rigen a las personas en sociedad. Para ver cómo progresa y enseñarle dichos códigos, el Dr. Baxter envía a Max McCandles (Ramy Youssef), ayudante suyo en la universidad, para supervisar dicho experimento. Pero las cosas se tuercen con su experimento cuando Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), abogado del Dr. Baxter, decide fugarse con Bella. Es en esa fuga donde Bella, realmente, se le muestran los códigos sociales y culturales y, desde ahí, los cuestiona, llevando, a las ‘pobres criaturas’ que la rodean, a la locura.
Unas correspondencias sociales y culturales que, desde aquello ajeno, desde el racionalismo enseñado por su creador, parecen desvanecerse en la lógica. Una lógica que, en la realidad que habita Bella, se difumina en sus variadas formas. Formas que no configuran al individux en su aspecto más físico pero sí repercuten en sus actuaciones dentro de dicha realidad.
Así, Bella, se instruye desde el cuestionamiento pero también desde la experiencia empírica: es una etnógrafa social y cultural estudiando un animal llamado hombre.
Yorgos Lanthimos nos lleva a un cuento figurativo de estilo steampunk donde nos reta a cuestionarnos nuestras realidades. No a través de la rebeldía, la opresión o las acciones que se nos ejercen, sino a través de una mirada con distancia, con inocencia, preguntándonos el por qué de ese modo, de ese hacer: las acciones regulares se ponen en entredicho para ridiculizar conductas sociales y culturales instaladas y preconcebidas antes incluso de nuestra llegada a esta realidad, como le pasa a la gran Bella Baxter, interpretada por una grandísima Emma Stone.
‘Pobres criaturas’ es un gran cuento feminista con estética steampunk.
Cinematismo 