Lo que pasó anteriormente siempre puede volver, se puede repetir. Recordar para no olvidar, para avanzar, para ver el camino que nos queda. Un camino que empezó en Sevilla en 1977 para Miguel (Omar Banana). Abocado al camino recto, al camino de ser abogado, de ser buen hijo. Su madre Remedios (Ana Wagner), después de sufrir el suicidio de su marido y hacerse cargo de la sastrería que lxs sustenta, se ve en la obligación de llevarlo hacia éste. Camino que se ve truncado un día que conoce a Madame 2000 (La Dani) en una actuación estelar. Estrellas que Miguel quiere tocar participando en un concurso de talentos. Sueño que se verá truncado cuando lo detengan dos polícias secretas. La ley de peligrosidad y rehabilitación social aún estaba vigente.
Una vigencia que sorprende a Reme (Ana Wagner) cuando se entera que su hijo ha sido encarcelado por exhibicionismo y comportamientos desviados homosexuales. Desde el miedo, el terror de una madre, intenta averiguar qué es lo que ha podido pasar, quienes son lxs amigxs nuevxs de su hijo y por qué se ha desarrollado dicha angustiante situación. Es ahí, en los extremos, donde descubre una verdadera red de apoyo y de confianza, hecho que hará que se fragüe una lucha. La lucha.
Lucha por sacar a su hijo de la cárcel, lucha por el estigma social, lucha por el clasismo imperante, lucha contra un sistema judicial excluyente, lucha por la voluntad de cada unx, luchar por ser. Una lucha desde donde nace,en Sevilla, el movimiento LGTBIQA+ actual.
Alejandro Marín, junto con Carmen Garrido, escriben un guión donde la unidad de lo diferente fragua un frente en contra de las injusticias. Un film donde mostrar el por qué del orgullo, donde mostrar el establishment y cómo enfrentarse a él a través de un caso concreto que era muy habitual en la españa postfranquista, donde la angustia de la supuesta nueva libertad venia ahogada por las raíces fascistas que habían arrelado a mucha profundidad los años precedentes. Angustia y rabia que reflejan desde sus adentros el elenco de actrices y actores.
‘Te estoy amando locamente’ es una película para el mainstream y es ahí donde reside su fuerza: mostrar la historia reciente del movimiento LGTBIQA+ y conectarla con el presente donde, aún, queda mucha lucha.

