’TIGER STRIPES’ O CÓMO APROXIMARSE A LA REALIDAD A TRAVÉS DEL MITO

Zafan (Zafreen Zairizal) es una chica adolescente que, a sus 12 años y a punto de acabar la escuela, empieza a experimentar cambios en su cuerpo. Unos cambios que la alejarán de sus amigas en este último curso, que reformulará la relación con sus padres y que la hará transitar por un mundo de luces, tinieblas, mitos, leyendas y realidades más liberador. ‘Tiger stripes’ es esa transformación, ese paso natural, hacia todo (anti)racionalismo cultural. Es el modo en que el mito, hoy en día, sigue explicándonos nuestras realidades.

Un mito que se aloja en el bosque, donde una mujer, mucho tiempo atrás, fue relegada por la sociedad de entonces por sus comportamientos. Una anomalía sistémica que se vio alejada al bosque pero que volvió en forma de tigresa, modificando su forma humana, devolviendo aquellos que la relegaron el terror en aras de la libertad individual.

Amanda Nell Eu realiza una película donde la raíz del estructuralismo de Claude Lévi-Strauss está presente: el uso social del mito como aproximación a las realidades sociales. Y lo hace mostrando el objeto del mito -en este caso la entrada a la adultez que suponen los cambios físicos y hormonales- como proporcionadores de un modelo lógico que intenta resolver una contradicción en la estructura -en este caso, los comportamientos anómalos de Zaffan que ya no corresponden con una niña sino con una mujer adulta e independiente-.

‘Tiger Stripes’ es una explicación del mito al estilo punk, con imágenes potentes donde la modificación del cuerpo hace que la protagonista -una excelente Zafreen Zairizal- se entregue cada vez más a la naturaleza, mostrando una relación cada vez más estrecha con ésta. Relación que vemos como se va contraponiendo a las estructuras sociales que antes la esculpían y que, poco a poco, la naturaleza las va difuminando marcadas, dichas modificaciones, por una banda sonora transformadora. Tanto para las protagonistas como para lx espectadorx.

Deja un comentario