Dejarlo todo para ser madre. Dejar tu carrera como artista para cuidar de tu hijo, pasar tiempo con él. Un trabajo repetitivo, que requiere paciencia y exige perfección para con los roles sociales asignados por el patriarcado. Madre (Amy Adams) que, en la repetición sinfín de sus días, empieza a experimentar cambios físicos. Unos cambios que hacen que sobresalga su parte más animal, más intuitiva, más ‘Canina’. Una parte animal que la llevará a presenciar el lazo más animal entre ella y su hijo, entre la relación que se desprende de éste. Y, a la vez, las verdades de dicho lazo con otras madres, con la manada.
Una manada que comparte situaciones, pues la culturalización de la maternidad también contiene falsedades para sostener la reproducción social. Una animalidad que hemos culturizado, como bien le sucede a nuestra madre (Amy Adams) en el mundo del arte y, precisamente, con sus amigxs con lxs que realizó el máster en bellas artes: durante la cena, durante ese reencuentro, ella es la única que ha renunciado a parte de su identidad para ser madre. Y esa renuncia la está volviendo una perra nocturna.
Una renuncia que, como los antecesores de Madre (Amy Adams), ha sustentado un discurso sobre la maternidad para hacer que las mujeres sean ese ente reproductivo social en un mundo hipercapitalizado sin otorgarles otro rol. Un rol socialmente relegado a un segundo plano, como muestra el Marido (Scoot McNairy) a través de las actitudes asimiladas como habituales.
Marielle Heller, con toques de humor, pone encima de la mesa -y junto a una brillante Amy Adams- el concepto de maternidad y el modo en el que nos hemos acercado a él desde el patriarcado y el hipercapitalismo. Una perspectiva -la patriarcal e hipercapitalista- que se ha ocupado de borrar la parte animal y disolver la manada para, así, neutralizarla.
‘Canina’ es una agitación cultural, social y política en formato audiovisual sobre el concepto de maternidad.
Cinematismo 