’THE SWEET EAST’ O CÓMO HACER UN ROAD TRIP HISTÓRICO -E HISTRIÓNICO- POR ESTADOS UNIDOS

Costa este de los Estados Unidos. Lillian (Talia Ryder) va de viaje de fin de curso a Washington D.C. Allí decide desprenderse de su novio Troy (Jack Irv) y lanzarse a un grupo punk anarquista que conoce en un bar con juegos recreativos cuando se presenta una persona disparando y acusando al propietario de pedofilia. En esa huida, Lillian nos lleva a conocer la costa este de los Estados Unidos. Una huida que atraviesa tiempos, pensamientos ideológicos, formas de vida, el éxito y el fracaso, el anonimato y la fama, la libertad y el cautiverio y, en últimas, un entorno fantasioso, fuera de lo real, pero que convive en los Estados Unidos actuales. Bienvenidxs a ‘the sweet east’.

Una costa bañada por el atlántico y por las contradicciones que parecen sacadas de una fantasía bizarra. El anarquista (Earl Cave) millonario y antisistema. El profesor universitario racista (Simon Rex), que alberga un conocimiento guiado por lo blanco. Molly (Ayo Edebiri) y Matthew (Jeremy O. Harris), dos directores de cine noveles afroamericanxs, realizando su película de época, una película bañada por el racismo dentro y fuera del fotograma. Un cautiverio en una cabaña en el bosque en nombre de un presunto enamoramiento.

Desde que atravesamos, junto a Lillian, el túnel para escapar del tiroteo en el bar de juegos recreativos, nos adentramos en un mundo lleno de contradicciones, situaciones extrañas y confluencias propias de un mundo inventado y no de uno habitado. Nos adentramos en una especie de escenario, en un teatro, donde todo es posible, donde lo pícaro se fundamenta como base: lo astuto, lo ingenioso en el mar vivir de los Estados Unidos nos muestra, precisamente, que son las contradicciones lo que se toma como fundamento, junto al relato, de esa peculiar forma de vida.

Sean Price Williams realiza un film coral, con muchos escenarios posibles y con un punto de referencia concreto: una adolescente que descubre su entorno. Un entorno caótico, fantasioso y bizarro donde la contradicción parece que sea la base de la supervivencia y la guía de un estilo de vida.

‘The sweet east’ es una visión acertada y extraña -como ella misma- sobre los Estados Unidos.

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