Escena de ‘mi única familia’

’HARD TRUTHS’ O CÓMO ILUSTRAR LA DEPRESIÓN EN PANTALLA

La rabia, el enfado, la injusticia, el dolor, la tristeza, el desamparo. Pansy (Marianne Jean-Baptiste) atraviesa todo eso y sufre depresión, en su día a día. Un día a día que parece insoportable cuando, sin saber por qué, tu actitud frente al mundo sólo es capaz de expresarse de dicho modo. Un lugar, el de la depresión, donde todo es un confrontamiento. Un confrontamiento que puede llevarte a un aislamiento social y familiar incomprensible para los demás y que provoque un rechazado. Rechazo que, por el contrario, su hermana Chantelle (Michele Austin) no practica pues cree que, frente a la depresión escondida detrás de esa rabia, se la combate con cariño, con apoyo. Dos contrarias, dos hermanas, como expresan ellas, serán ‘mi única familia’.

Dos contrarias, dos dualidades, con un nexo, que el director Mike Leigh utiliza para construir su relato, su narración y ,en definitiva, su película. Una primera parte fílmica donde Pansy (Marianne Jean-Baptiste) se enfrenta a todo el mundo, donde su respuesta, desde la depresión, para convivir es la defensa verbal continua, ruidosa, estridente, desagradable incluso para ella misma. Y una segunda parte en el film donde permanece callada, en su silencio, donde no quiere interactuar con el mundo que la rodea, que exige de ella, un mundo que no comprende su estar presente pues la depresión la aísla sin que, incluso ella misma, sea consciente del por qué.

Otra dualidad de la que se sirve el director, más evidente para lx espectadorx, es la comparativa entre las hermanas y, por extensión, la familia más cercana. Mientras que Chantelle (Michele Austin) es una peluquera alegre, vibrante, con buena relación con sus hijas (Ani Nelson y Sophia Brown) y que intenta surfear los imprevistos vitales, Pansy (Marianne Jean-Baptiste) sólo se relaciona con su marido (David Webber) y su hijo (Tuwaine Barrett) para hacerles reproches y ellos, a su vuelta, inundan a ella con una ignorancia frustrante.

Dualidad, la de las dos hermanas que se concreta en una escena donde ambas van al cementerio a dejarle flores a su difunta madre. Una escena que el director utiliza para dejar claro que ambas parten de lo mismo pero que no han andado el mismo camino. Un camino que se va construyendo sobre la marcha, en el presente y que es precisamente dicha construcción -que no depende completamente del individux- la que nos hace estar donde estamos y ser quienes somos.

‘Hard Truths’ son verdades fílmicas. Son verdades sobre la depresión como enfermedad, verdades sobre el impacto social que tiene esta enfermedad en nuestro entorno y, en últimas, la poca comprensión que hay hacia las personas que la sufren.

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