Vivimos tiempos desconcertantes. Unos tiempos de realidades, nuevas esclavitudes y éxito y fracaso que se fusionan en un aparato extraño. Esta es la historia de Michelle (Emma Stone), C.E.O. de éxito de una empresa farmacéutica, y Teddy (Jesse Plemons) y Don (Aidan Delbis), personas situadas al margen -por voluntad y por sistema- sobre el modo en que convergen estos tres factores en la contemporaneidad. Tres factores que, a través de la paranoia creciente y autoalimentada, se ven proyectados incluso hasta el espacio exterior. Un espacio que afecta directamente a la tierra cuando Teddy y Don secuestran a Michelle creyendo que es una alien mandada para destruir la humanidad. Una humanidad perdida, destruida en sí y por sí misma. Un mito, el de ‘Bugonia’, incapaz de generar vida.
Una vida, la contemporánea, donde las realidades se ven fundamentadas en percepciones. Unas percepciones atravesadas por el aparato tecnológico al servicio de una élite que le conviene que nosotrxs, las abejas, construyamos nuestra realidad reforzándola con hechos que añadan razones a nuestro raciocinio, y no que debatan nuestra percepción de la realidad para hacer un constructo aproximado a ésta.
Unas élites que, a mayor construcción que hagamos de la realidad por nuestra percepción, más éxito obtendrán. Un éxito que lxs nutre en, precisamente, reforzar su posición social en éste enjambre que es la contemporaneidad. Un éxito que lxs lleva, como a todos, a las nuevas esclavitudes.
Unas esclavitudes sobre nuestra percepción como realidad, sobre un canon correspondiente al éxito que exigen las élites, y el resultado de todo ello: la paranoia creciente que exige cada vez más información conveniente. Pero también que las personas del enjambre colaboren en ello, que alimenten el aparato, la abeja reina.
Yorgos Lanthimos reelabora un remake de ‘Save the green planet’ entretenido, actual, divertido -por el espejo que supone de nuestros tiempos- y con obviedades preconcebidas para lx espectadorx.

