Una vía de comunicación, el cine, donde se expresa lo intraducible. Un inicio de sesión donde la alienación del público supone, precisamente, el entendimiento del acto performativo de la historia. Historia(s), en la pantalla, que reflejan las consecuencias de la colonización y, en la sala, la sensación de ser colonizados por lo que no somos capaces de entender pero sí apreciar. Un inicio del ‘D’ART- Festival internacional de Cinema i Art’ en el que la dialéctica, la capacidad de entendimiento y la transmisión de la(s) historia(s) toman protagonismo.
Un protagonismo centrado en 16 minutos de una instalación fílmica de 17 horas. Unos 16 minutos donde se pueden observar el relato de unas historias intraducibles para occidente donde personas de Etiopía narran su relación con el conflicto colonizador que llevó a cabo allí la dictadura fascista de Mussolini. Unas narraciones donde, por el gesto y por las fotos de archivo, intuimos el modo en que lo colectivo y lo individual se entrelaza para formar la(s) historia(s).
Una obra fílmica, la de Wendimagegn Belete, que, además, nos plantea el uso que hacemos del pasado a través de los archivos y el modo en que los archivos pueden ser leídos, sobrepasados, ignorados o traídos al presente. Un presente que sigue necesitando revisionismos, aportes desde diferentes puntos y voz propia.
Cinematismo 