’IL SOL DELL’AVVENIRE’ Y LA PÉRDIDA DE LA ACTITUD CRÍTICA

La contemporaneidad hipercapitalista trae problemas, descuadres. Giovanni (Nanni Moretti) los sufre en el set, con su mujer (Margherita Buy), con su hija Emma (Valentina Romani), con la búsqueda de financiación para su próximo film, con la ruptura de su cotidianidad y, en definitiva, con el mundo que actualmente le rodea. Un mundo que nada tiene que ver con el que intenta recrear en su próxima película: el impacto que tuvo en su país, Italia, la invasión de Hungría por la U.R.S.S. en el año 1956. Un hecho concreto que, intentando llevarlo a la pantalla, se da cuenta de lo que viene, lo que se avecina, de ‘ il sol dell’avvenire’.

Un sol que le parece apagado con las ideologías del presente, que se demuestran en una liquidez —como diría Zygmunt Bauman— donde todo se diluye en un plasma social inaproximable para Giovanni. Como es inaproximable la romantización de los actores y actrices que hacen de sus actuaciones en su próxima película: un hecho de profundidad política convertido en historia de amor.

Tanto es así que el estado líquido de la sociedad lo lleva a que no se dé ni cuenta de la disolución de su matrimonio con Paola (Margherita Buy), con la que tiene una conexión ideológica pero no terrenal. O con su hija Emma, pianista y que compone la banda sonora de su próximo film, pero que aún no se la ha dejado escuchar. Sólo se la ha dejado escuchar a su novio, el embajador Polaco mucho mayor que ella.

Como tan mayor se siente él, Giovanni, cuando se reúne con Netflix para que le financie parte de su película. Números, giros de guión, slow-burner y muchos países. Todo inabarcable e inexistente para el director, que no entra en la sociedad data-driven que se le presenta.

Nanni Moretti hace una película que no había hecho antes: en forma se le puede parecer, se le puede intuir, pero no en la totalidad que nos presenta. De su mundo concreto, presenta las dudas existenciales que se le plantean, tanto en lo personal como en la industria cinematográfica. Todo lo hace con su toque de humor, con su ironía, con una crítica detrás de la risa.

Lxs conocidos del director verán en su último film un resumen de su filmografía y los que se inicien con él la verán como una sátira que lxs conducirá a ésta.

‘El sol del futuro’ es, en el fondo, una reflexión sobre la pérdida de actitud crítica generalizada en las sociedades occidentales y, en ulterior, una relfexión, desde el propio título, a cuestionarnos aquello que viene. Todo esto, siempre, siempre, con el toque de humor de Moretti.

Deja un comentario