En el campo, en su caravana, en Inglaterra, en casa de su hermana, en su casa nueva, Sam (Collin Firth) y Tuker (Stanley Tucci) recorren y ocupan diferentes espacios. Espacios que les conducen a un encuentro donde la demencia de Tuker (Stanley Tucci), una vez allí, los alejará. Una lejanía que vendrá marcada por el camino que recorren, como pareja, desde hace 20 años y que reubicará a ambos en un espacio de la memoria nuevo. Un destello de luz, como una nebulosa, brillante, que los guiará. Una ‘Supernova’.
Una nebulosa, un destello de luz que aportará clarividencia en un ambiente donde la memoria como espacio se desvanece por el olvido y por el cambio de rutina. Una rutina que nos ubica, nos define en el espacio y el tiempo, nos hace establecernos. Un establecimiento que se borra rápido, como una explosión estelar.
Una explosión estelar que conlleva la aceptación de dicha pérdida, de dichos espacios compartidos. Aceptación que, precisamente, destruye aquellos espacios futuros que se construirán pero que modifica aquellos que ya fueron construidos y compartidos: ser consciente de que esos espacios se separan por la demencia o aferrarse a ellos para intentar mantener el presente.
Un presente que hay que aceptar para que el futuro no devalúe el pasado. Un lugar espacio-temporal que se segrega física y mentalmente por el olvido y el recuerdo que seremos, y la aceptación, dolorosa, de que nada es para siempre porqué nuestro tiempo vital es un instante en el espacio-tiempo del universo.
Harry Macqueen nos lleva al campo, a Inglaterra, a la caravana de Tuker (Stanley Tucci) y Sam (Collin Firth), nos lleva a una reflexión sobre el amor en la madurez marcado por la distancia de la demencia, nos lleva a la construcción de espacios comunes y cómo nos aferramos a ellos como espacios identitarios. Nos lleva, al final, desde las estrellas hasta la individualidad de las relaciones humanas: de lo universal a lo particular.
‘Supernova’ es la construcción de espacios comunes en nuestro breve lapso de tiempo que nos a tocado vivir y, sobretodo, recordar.