Rama (Kayije Kagame) es profesora de literatura y reconocida escritora en París. Buscando inspiración para su próxima novela, acude a Saint—Omer, un pequeño pueblo del norte de Francia. Allí, se dará juicio a Laurence Coly (Guslagie Malanda), una joven mujer instruida, de origen senegalés, acusada de abandonar a su hija Elisa de 15 meses en la playa con la intención de que, cuando subiese la marea, ésta se la llevara para siempre. Conforme pasan los días del juicio, ambas mujeres se verán envueltas, a través de sus historias, en un diálogo indirecto sobre su vida, la herencia cultural y las imposiciones de las instituciones. En Saint-Omer, se da un juicio del pueblo, de un jurado popular, contra Laurence Coly.
Un juicio contra Laurence Coly (Guslagie Malanda) que se irá transformando para Rama (Kayije) conforme vayan declarando los testigos. Unxs testigxs blancos, occidentales, que intentan inserir, sobre la presunta asesina, ideas coloniales sobre “lo otro”, sobre lo que les es ajeno.
Aquello ajeno que Rama va tomando como propio, como su historia. Una historia que le invade por su experiencia personal y que le hace cuestionar si somos seres que reproducimos, en las próximas generaciones, nuestras herencias culturales, nuestros traumas.
Unos traumas que se agudizan en la pequeña habitación que ha alquilado para estos días del juicio, o cuando queda a comer con la madre de la acusada. Una madre que no culpa a su hija pero que se siente igualmente decepcionada por sus actos. Actos, como hace la acusación, encajados en creencias de brujerías.
Unas brujerías que responden a un sistema occidental estructuralmente racista que necesita de ciertas justificaciones. Un sistema que, aunque instruida, hace que, aunque hables francés de una manera excepcional, no seas nunca ‘francesa’, aunque, según ellos, intentes serlo.
Alice Diop presenta una historia dura, con un gran uso del espacio diegético, donde confluyen, en una sala del juzgado, lo que atraviesa a las mujeres racializadas en el mundo occidental, ya estén bien posicionadas o no, socialmente hablando.
‘Saint Omer. El pueblo contra Laurence Coly’ es un alegato a la herencia cultural individual y colectiva, al racismo sistémico y a la quimera imposible de ser mujer.