Un cuerpo. Un ente presente en el espacio. Situado en él, resignifica lo que lo envuelve pero también a sí mismo. Unos cuerpos que algunxs intentan dominar, otrxs entender, otrxs usar como arma subversiva y otrxs, simplemente, para ser. La Mostra FIRE!! de este año nos lleva a un recorrido para repensar sobre ellxs y, también, repensarnos desde la carne, desde nuestro cuerpo.
Un cuerpo que, sin importar la edad que se tiene, se construye por sí mismo. Una construcción que se realiza, siempre con el fantasma del binarismo, fuera de él. En un laberinto de entendimiento de una madre (Patricia López Arnaiz) hacia su hijo Son (Ale Colilla) deconstruir, precisamente, dicho binarismo.
Un binarismo que en ‘Tank Fairy’ se usa para desarmarlo, para mezclarlo todo, para sonreír, para ser feliz, para ser unx mismx. Una mismedad que va, obviamente, más allá de lo preasignado en los roles de género. Va de cómo convertir lo ordinario en extraordinario es un don. Un don que, bien usado, hace de nosotrxs y de nuestro entorno un mundo mejor.

Un mundo mejor que, desde las Queer Olympix en Istanbul, intentan hacer pero que el presidente Erdogan —en nombre de una supuesta moral— intenta tumbar. Un espacio para personxs queer donde compartir la pasión por los deportes. Un espacio donde mostrarse públicamente en contra de una supuesta moral que va encontrar de aquello natural: la diversidad. Un espacio donde, aunque nos quieren fuera de juego,ganar el partido contra el gobierno lgtbifobo de Erdogan en Turquía. Les damos miedo y eso es que podemos vencer.
Un convencimiento que Marlén llega con los años y que nos muestra en la fusión de aquel supuesto masculino con lo supuesto femenino: una teta peluda. Javier de Miguel muestra lo binario como clasificatorio y la deconstrucción de dichas clasificaciones a través de un elemento corpóreo subversivo, que utiliza para que lxs espectadorxs vayamos más allá de nuestros cuerpxs: vayamos a la configuración —influenciada por nuestro background impuesto— que hacemos de éstos y como los y nos presentamos en los espacios que habitamos.
En definitiva, unos cortometrajes sobre nuestras corporeidades y cómo repensarlas y mostrarlas en nuestros tiempos.

