El amor es la tendencia a la unión sexual o, desde otra visión, ese sentimiento intenso que se da en el ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
La sexualidad es, por el contrario y a la vez, diferente e igual; tres ejes la constituyen: la formación de los saberes que a ella se refieren, los sistemas que regulan su práctica y las formas según las cuales los individuos pueden y deben —si uno mismo quiere— reconocerse como sujetos de esa sexualidad.
Lo puedes llamar como quieras, pero “Call me by your name” trae, al presente, el debate sobre una relación romántica al igual que también la propia relación con uno mismo.
Norte de Italia. 1983. Oliver llega a una villa del siglo XVII donde reside el señor Perlman junto a su mujer Anella, su hijo Elio y el servicio que les asiste. Es verano, cuando los melocotones se disfrutan. El señor Perlman dedica sus días al estudio de la cultura Greco-Romana, e aquí la razón de la llegada de Oliver, el cual también es investigador sobre la misma materia. Anella es traductora e instruida en la alta cultura, la cual Elio disfruta entre el piano y sus libros. Entre esos días de verano donde se disfruta de la compañía, la cultura y los melocotones, surge una conexión entre Elio y Oliver.
La tendencia a la unión —sexual o no— entre Oliver y Elio viene definida por la instrucción de uno en el otro, por la cultura como crecimiento para un adulto y el modo en que el arte de amar no incluye ese tipo de enseñanzas.
Eros es aquel amor hacia otro individuo el cual posee un deseo carnal y el cual incluso puede acabar dominando al individuo. Los antiguos griegos lo relacionaban con una posesión debido a su naturaleza, en el fondo, irracional. Elio vive su primer amor —amor homosexual— como un deseo carnal e irracional que acaba poseyéndolo como individuo. Por el contrario, Oliver es el instructor para su iniciación. No obstante, lo que se muestra en “Call me by your name” no es la otra mitad de sí mismo —de Elio, en este caso— sino la verdad con la que su alma tiene parentesco.
Así, el descubrimiento de la sexualidad de Elio se refleja en una verdad intimista con él mismo: reflejar quien se es frente al espejo. La búsqueda de reliquias durante el film no es casual, encontrar una figura greco-romana en el fondo de un lago del norte de Italia, es como descubrir, a partir del primer amor, la preferencia sexual por personas del mismo sexo. Esa reliquia que siempre ha estado ahí pero que ha sido descubierta recientemente.
El carpe diem o mejor dicho, carpe ominum, como dice Ellen Page en Hard Candy, de “Call Me By Your Name” es el sentido de la juventud. Esa juventud admirada por los antiguos griegos y que se entiende como algo efímero, volátil, hermoso pero a la vez desconcertante. Ya lo comenta el señor Perlman a su hijo Elio: “I’ve been close, but I never had what you had”.