‘QUEEN OF PARADIS’ O CÓMO EL PARAISO SE HALLA ENTRE NOSOTRXS

Un punto de fuga. Una fotografía tomada en este mundo que parece de otro. La visión surrealista de aquello que nos es cotidiano; que asemejamos como nuestra normalidad. Normalidad que se ve alterada por el ojo que la mira. Ojo, el de Reine Paradis que la llevará a crear su serie ‘Midnight’, la llevará a recorrer Estados Unidos, a recorrer su infancia en Francia, a recorrer su punto de vista y, por qué no, su punto de fuga. La llevara a ser reina de su universo; ‘Queen of Paradis’.

Universo que podemos apreciar en el proceso creativo. Proceso, por otro lado, que conlleva una creación y recreación de aquello vivido en Francia, de aquello que se está viviendo en Estados Unidos. Unos instantes, recogidos en unas fotografías, que conllevan un proceso de creación colectivo. Colectivo en cuanto el imaginario proyectado por Reine se crea con Juan, que le ayuda a hacer la falda, o con Berto, que le ayuda a mantenerla circular. Un camino para crear dicho universo del que todxs forman parte y en el que todxs vivimos. 

Universo, el de Reine Paradis, claramente moldeado por un surrealismo futurista, reinado por una áurea como la de Fritz Lang; como en ‘Metropolis’. Metropolis, la retratada en fotografía por Reine Paradis, localizada en la naturaleza. Una naturaleza que moldea unas formas procedentes del cubismo junto con el surrealismo. Una arquitectura efímera que se mueve entre el universo imaginario de Giorgio de Chirico y David Hockney con un toque de locura Daliliana. 

Carl Lindstrom nos lleva a conocer a Reine. Nos coge de la mano para llevarnos a hacer un road trip artístico por el estado de California. Road Trip que, en vez de presentarnos a la artista, nos muestra qué hay detrás y cuáles son las motivaciones y los miedos que impulsan sus creaciones.  Creaciones que podemos ver desde su ideación como boceto a su realización final en fotografía. Dos road trips en paralelo pero con el mismo fin.

Fin, la creación de la serie fotográfica ‘Midnight’, que se mueve entre dos principales contradicciones. Obras, las de Reine Paradis, que mezclan el sentimiento de solitud con momentos de paz y calma. 

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