Un viaje donde lo único constante somos nostrxs y el cambio. Un cambio que hace que sobreviva el más adaptado a éste, como la perrita Nueve, o Marona, según a quién le preguntes. De madre mestiza y padre de raza, Nueve o Madrona recorre la ciudad de París de la mano de sus diferentes dueños humanos. Dueños que han jugado con su amor incondicional. Condición, la del amor perruno que desprende Nueve por sus dueñxs, no importe las circunstancias. Circunstancias que llevaran a Nueve o Madrona a vivir diferentes vidas. A vivir ‘Las vidas de la Marona’. Así, en plural.
Plural, como los dueñxs que ha tenido Nueve. Dueñxs que se han dedicado al circo, a la acrobacia, haciendo que Nueve formase parte de sus vidas. Vidas que les han llevado a deshacerse de Nueve, como el constructor que influenciado por su mujer también se deshace de Nueve. Nueve recuerda lo que su madre, mestiza, le dijo un día: ‘los hombres no aprenden los ladridos pero es importante que vosotros, mis hijos, aprendáis el lenguaje de los hombres para protegeros precisamente de ellxs’. O, lo que es lo mismo: ten a tus amigos cerca pero a tus enemigos aún más cerca.
La historia de Nueve es la historia de cómo el ser humano se relaciona con los animales. Es la historia que hace que la vida de Nueve sea un viaje constante. Constancia que nos lleva a preguntarnos qué excusas ponemos en nuestras interactuaciones con los animales cuando los animales interactúan sanamente con nosotrxs.
El recorrido que nos ofrece Anca Damian por las diferentes vidas de Marona es interesante por dos motivos principales. El primero es hacer palpable un racismo tan extremo que llevamos al mundo perruno y que en el mundo humano está, desgraciadamente, muy presente. El segundo es el diálogo constante que desarrollamos a lo largo de nuestras vidas. Diálogo en varias direcciones: con unx mismx, con los semejantes y con aquello que nos resulta ajeno.
Diálogos que nos hacen actuar en nuestros diferentes escenarios vitales. Internamente; aprender a respetarse a unx mismx, a ponerse en duda, a cuestionarse sin juzgarse y a reafirmarse o negarse para mejor entendimiento. Externamente; a comprender mejor a aquello que nos es desconocido, a reafirmarse o negarse en lo semejante o a dejar de lado los prejuicios.
Recorrer las vidas de la Marona, de Anca Damian, es un viaje extraordinario. Viaje donde las relaciones, los diálogos internos y la fluidez del espacio harán una delicia visual para los ojos. Sobretodo para los niñxs. Una fábula única.