De lo inesperado surge aquello, a veces, que nos da vida. Milla (Eliza Scanlen) es una adolescente lidiando con un cáncer. Un día, esperando el tren, se ve lidiando con Moses (Tobby Wallace), otro adolescente problemático traficante y consumidor de drogas. Adolescentes que, a partir de dicho encuentro fortuito, establecerán una relación que los llevaran por caminos inesperados. Inesperados no sólo para ellxs, también para los padres de Milla (Eliza Scanlen) los cuales resignificaran todo ese glorioso caos de la vida. De sus vidas.
Caos, el de la familia Finlay, precedido por una madre (Essie Davis) sobreprotectora del mundo adulto al que se enfrenta Milla (Eliza Scanlen) con el agravante del cáncer. Padre (Ben Mendelsohn) psiquiatra con una enfermiza obsesión por el análisis constante del cómo se siente su hija, dibujando más el cómo debería sentirse que escuchando el cómo se siente.
Sentimientos que Moses (Tobby Wallace) desdibuja. No intencionadamente, sino su presencia; su relación con Milla (Eliza Scanlen), la idea del primer amor, cáncer como sinónimo de la presencia de la muerte, la necesidad de entenderlo todo y analizarlo todo cuando no hay explicación, la tristeza de la vida y la alegría del momento. Moses (Tobby Wallace) es cambiar de juego. Las reglas de éste las establecen la madre (Essie Davis), el padre (Ben Mendelsohn) y Milla (Eliza Scanlen).
Un juego narrado por capítulos. Un juego donde lo importante es la alegría del momento para obviar y abstenerse de la tristeza de la vida. Tristeza y alegría que las vivimos alteradxs; las percibimos alteradxs. ‘Capitulo: drogas’: Moses (Tobby Wallace) se droga. Anna (Essie Davis), madre de Milla, también. Alteración de la conciencia para soportar la tristeza de la vida, para poder apreciar la alegría del momento.
Shannon Murphy nos acerca a la historia de Milla (Eliza Scanlen) una película con tintes de ‘coming age’ donde el proceso de convertirse en adulto viene marcado por la presencia más marcada de la muerte debido al cáncer que sufre la protagonista. Una obra donde sentirse amadx en el momento es aquello que guía a sus personajes y donde dicho amor espontáneo, instantáneo, guiado por el carpe diem, también destruye prejuicios.
‘Babyteeth’ es un cuento triste donde se debate el derecho a morir y aceptar la propia muerte como aquello que posiblemente nos pase mañana pero también podría pasarnos hoy. Una lección bella y humilde de que nuestro tiempo SI es limitado.