Caos. La autodestrucción puede ser peligrosa. Peligrosa y reconfortante porqué a veces hay que morir para poder nacer otra vez, simbólicamente hablando. Ruben (Riz Ahmed) muere, se autodestruye cada vez que toca la batería en un concierto. A través del heavy metal encuentra la paz; la conexión con la sociedad que tanto parece odiar. Junto a Lou (Olivia Cooke), su novia, recorre Estados Unidos en un thriller buscando esa conexión en los fuertes sonidos. Sonidos que un día se desvanecen. Sonidos del metal, en la distancia.
Sonidos que, en la distancia, le impiden continuar con la gira de su grupo y lo llevan a la desesperación por la ruptura de su normalidad. La nueva normalidad, la suya, que lleva a Ruben (Riz Ahmed) a una hogar para sordos donde aprender a lidiar con su nueva situación, a aprender lenguaje de signos y a no recaer en los infiernos de la heroina. La nueva normalidad que lo lleva a desear la vieja: a escuchar esos sonidos: a querer ponerse unos implantes cocleares.
Lo único constante es el cambio y, sin embargo, es a lo que menos nos adaptamos. Deseamos las cosas estables, con el menor caos posible cuando lo único que parece viable es el caos. La idea de algo externo disruptivo nos perturba y nos perturba aún más si ese algo nos deja incomunicados; en silencio. La comunicación es la piedra angular para que el caos no parezca caos, sino algo ordenado: la correspondencia entre dos entes, como un VPN, como método descriptivo de nuestra realidad. Un mensaje entre un emisor y un receptor: el silencio como mensaje y como desesperación.
Desesperación, la de Ruben (Riz Ahmed), que lo lleva a desear escuchar los sonidos del metal, aunque su nuevo sistema comunicativo no se lo permita. Lo lleva a, después de lo aprendido en el hogar para sordos, a desaprenderlo para operarse y ponerse los implantes cocleares, lo lleva a la sordera de nuevo, lo lleva a, tiempo despues, visitar a Lou (Olivia Cooke) en Francia, lo lleva a la decepción con uno mismo por no aceptar esos cambios, ese caos.
Darius Marder, con la gran interpretacion de Riz Ahmed, nos lleva a un caos para entender que del desorden, de las nuevas situaciones, de lo que dejamos atrás y de lo que nos viene dado y nuevo, se puede sacar algo. Se puede sacar algo si estamos dispuestos a ello.
‘Sound of metal’ es una película donde la violencia de las imágenes viene expresada en los sonidos, incluso en aquellas donde sólo se encuentra el silencio porque el silencio, a veces, es un grito muy alto.