‘LAST AND FIRST MEN’ O CÓMO HACER UN ENSAYO AUDIOVISUAL POST-HUMANISTA

Dos mil millones de años por delante un ser post-humano se vanagloria de su propia extinción en un contexto en el que la comunicación se ha vuelto obsoleta. Obsoleta porque su habla ha vuelto a ser el único canal de transmisión de la descripción de su entorno. Un entorno que agoniza por la proximidad de unas estrellas que dejan un ambiente desolador con unas esculturas arquitectónicas como único mensaje  en un planeta inhabitable. Un círculo sobre de ‘last and first men’. 

Círculo que interroga nuestra existencia desde un futuro donde las etapas vitales que forman al ser post-humano se alargan para, así, dar más plasticidad al cerebro, a nuestros pensamientos. Pensamientos y habilidades que han sido capaces de desarrollar ampliando los conocimientos. Conocimientos que les ha llevado a ocupar más los polos del planeta con tal de aferrarse a una supervivencia en un planeta inhabitable y plantearse el traslado a otro.  Supervivencia marcada por la comunicación, por la aprehensión del contexto y el entendimiento del tiempo.

Comunicación que, pese a desarrollar el canal telepático para enviar y recibir el mensaje, se deconstruye para, primitivamente, volver a utilizar el habla; el sonido; el aire. Un entendimiento que se establece en la cercanía, que se transmite por las vibraciones en el aire y que refuerza la idea de comunidad, de grupo, perdida en la era post-humana y retomada por las circunstancias.

Circunstancias que han hecho del contexto un mundo extraño, ajeno, sobrio y soberbio con unas lineas definitorias y separadoras de lo que habitaba anteriormente y lo que habita ahora. Una ruptura contextual. Un brutalismo arquitectónico sintetizado en los Spomeniks y también en el modulador de voz verde. Un retrato de lo post-humano, desde lo humano, de Jan Kempenaers.

Retratos que corresponden a un tiempo. Mejor, a un cierto entendimiento del tiempo. Un Uróboro donde el devenir de las cosas sucede repetidamente, donde el esfuerzo eterno llega a lo inútil porque los actos se repiten sin impedimento alguno. El ser humano es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra.

Jóhann Jóhannsson (1969—2018) nos presenta esta obra póstuma donde la espectadorx mismx realiza un ejercicio audiovisual a modo de Uróboro. Con unas imágenes agresivas, pasivas y, a la vez, calmantes pero provocadores por lo ajeno que se nos presenta. Tilda Swinton además nos guía en este relato y, a la vez, retrato de lo que significa ser humano en unos tiempos deshumanizadores de la persona. 

Last and first men’ es un relato post-humanista de lo humano descentrando a la persona. Una pieza audiovisual clave de la ciencia ficción para, precisamente, entender nuestra realidad. 

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