‘TAXI TEHERÁN’ O CÓMO HACER UNA NO-PELICULA

Circular por las calles, en un taxi, como una hormiga que recorre los largos pasillos laberínticos del hormiguero. Un modo de (sobre)vivir en la jungla de asfalto. Una jungla moldeada por la prohibición; por el no. Una prohibición que te ha llevado a la cárcel y que, con ayuda de comapñerxs del oficio y una huelga de hambre, te ha sacado de ella, prohibiéndote hacer cine durante 20 años. Esto no es una película. Es Jafar Panahi, en Teherán, conduciendo su taxi para ganarse la vida. Es ‘Taxi Teherán’.

Taxi, el que conduce Jafar Panahi en Teherán, donde lleva del punto A al punto B un sinfín de personas con sus historias. Historias que reflejan las prohibiciones del Estado y las supervivencias de los ciudadanxs. Supervivencias desde personas con trabajos autónomos a personas que trafican con cultura. Sobrinas que plantean los límites de lo real, lo irreal, lo que se muestra en pantalla y lo que no y lo que se deja mostrar en ella. Mujeres en la cárcel por intentar ver un partido de voley. Grabarlo todo con una cámara no es hacer cine, es ser testigos.

Testigos de lo prohibido y, lo prohibido, como aquello que, sacado a la luz, tiene esa fuerza subversiva. Una subversión fundamentada en lo absurdo de la misma prohibición que ayuda a que, en el mismo ambiente represivo, sea transgresora, independientemente de verdadera opinión sobre ella de la población como muestran las personas que suben al taxi de Jafar. 

Pero no es el taxi, no es la cámara en el salpicadero, es lo que se muestra lo que realmente es subversivo. Es de lo que se habla y el cómo se habla lo que realmente puede ser transformador. La sobrina de Jafar, al subir al taxi, plantea, dicho por su profesor, lo que es y, por tanto, lo que no es una película. Reglas, normas que chocan, como le dice a su tío, con la realidad y que, en la pantalla y con la cámara como intermediaria, se difumina.  Una difuminación que puede entrecruzar lo ficcionado con lo real y lo real con lo ficcionado: un fin que puede darle más subversión a lo grabado en el taxi. 

‘Taxi Teherán’ es un falso (¿o verdadero?)  documental que muestra en un ‘stop-by’ las realidades de la sociedad Iraní y cómo viven y aceptan y luchan las opresiones que les ha tocado vivir. Es una no película realizada para que veamos los límites de la pantalla, de lo que mostramos y lo que no, de lo subversivo que hay en una grabación casera. 

‘Taxi teherán’ es un recordatorio de que el cine SI se extiende más allá de la pantalla. 

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