Día tras día. Repetimos nuestros actos, nuestras costumbres. Una zona de confort que mantiene nuestro entorno estable; nos mantiene estables. Edna (Robyn Nevin), Kay (Emily Mortimer) y Sam (Bella Heathcote) tienen sus zonas estables hasta que Edna (Robyn Nevin), madre y abuela, desaparece. Hija y nieta, Kay y Sam, vuelven al hogar de la anciana para buscarla. Búsqueda que finaliza cuando ésta aparece de nuevo pero su persona, en el circulo de la familia, ha desaparecido. Sólo quedan reminiscencias; una reliquia desvanecida en el tiempo: ‘Relic’.
La idea del hogar es un espacio mental construido por el tiempo y asignado a un determinado espacio individual. Edna (Robyn Nevin), Kay (Emily Mortimer) y Sam (Bella Heathcote), tres generaciones con diferentes tiempos que, desde la vejez, la juventud y la adultez, han coincidido. Han coincidido en un espacio concreto y en un tiempo pero no llenando éste del mismo contenido. Un contenido truncado por el espacio mental que ocupamos y que ocupan: el verdadero hogar es aquel que habitamos en la propia mente y en la ajena.
Espacio mental que puede verse encapsulado en un laberinto representado en el hogar y dictaminado por el tiempo. Espacio, este mismo, construido a base de recuerdos y de conexiones de lo cotidiano. Conexiones que se ven truncadas cuando la mente nos miente. Hogar que se ve distorsionado por la demencia.
Natalie Erika James nos introduce en el juego del tiempo y de la creación del hogar. Un dictado obligatorio para todxs donde lo importante es la creación de un espacio físico en representación del mental para el sentimiento de hogar. Hogar que se ve truncado cuando uno de las tres personas se desvirtúa de él.
Una desvirtuación de la mente a través del tiempo que puede llevarnos a un laberinto de desentendimiento y una lejanía de aquellas personas que han creado dicho espacio, dicho hogar.
‘Relic’ es una representación laberíntica de lo que es la demencia; una representación a tres bandas sobre la verdadera lejanía entre las personas de una familia cuando la mente no recuerda. Es una historia sobre cómo hay veces que podemos desvanecernos antes que nuestro propio cuerpo lo haga.