Lena (Sandra Drzymalska) es una mujer polaca de 22 años embarazada de siete meses. Ermanno (Claudio Segaluscio) es un joven huérfano que vive de cometer pequeños hurtos en Roma. Fabio (Bruno Buzzi) es un hombre de mediana edad estéril que, junto con su mujer también estéril, desean tener un hijx. Hijx que servirá de punto de conexión de una chica que quiere un futuro mejor, de un joven que busca un hogar y de una pareja que busca convertirse en familia. Conexiones que harán que la soledad sea la verdadera protagonista: ‘Sole’.
Ermanno (Claudio Segaluscio) se encarga de vigilar a Lena (Sandra Drzymalska) cuando esta llega a Italia para darle a Fabio (Bruno Buzzi) y su mujer la ansiada familia que desean; la bebé que gesta Lena. Bebé fraguado en la más estricta ilegalidad ya que este preciso concepto de familia nace al margen de la ley cuando ésta, precisamente, lo que ha hecho es apropiarse de una definición irreal y atravesada con otras fuerzas institucionales. Maternidad, paternidad, familia, hijx, se ven desdibujados cuando la única vía posible es aceptar dinero a cambio de tu bebé —como Lena—, hacerte pasar por el padre del bebé —como Ermanno—, y pagar a tu sobrino y una chica necesitada y embarazada para ser padre —como Fabio—.
En el fondo, dichos conceptos acarrean definiciones identitarias que corresponden a una falta social adquirida durante el tiempo y que se incrustan en la propia definición de unx mismx. Incrustación que lleva a las sinrazones contemporáneas, a recurrir a embotar la mente en las tragaperras como un pasatiempo. Tiempo, en el fondo, que nos lleva a relegarnos hacia la tristeza porqué la inexistencia autoadquirida está más presente que nunca, como Ermanno (Claudio Segaluscio) ya sabe y como Lena (Sandra Drzymalska) está aprendiendo.
Carlo Sironi nos induce en una atmósfera donde lo fingido te acaba invadiendo. Te acaba invadiendo para sacar lo que verdaderamente te falta como persona con identidad en este breve tiempo que tenemos. Un tiempo que se ve sepultado por concepciones ajenas e invalidadas pero completamente circulantes entre nosotrxs.
‘Sole’ es, en el fondo, una historia de conexiones que potencian la soledad, una búsqueda identitaria sin resultado, un desenlace que auguramos y que, aun así, hace que volquemos nuestra rabia, nuestra ira. Una opera prima para alzar las voces. Así, en plural.