‘CICADA’ O CÓMO NOS INVADE LA OTREDAD

Canalizar. Intentar fijar las cosas desliandolas. De encuentro en encuentro, saciando el instinto sin llegar al porqué; saciar el cómo, el aquí y el ahora. En una librería, en Brooklyn, Ben (Matthew Fifer) ve hojear un libro a Sam (Sheldon D. Brown), entablan conversación, entablan un encuentro para saciar el cómo y, a la mañana siguiente, intentan responder los porqués. Unos porqués que los llevarán al pasado para plantearse su presente; su relación. 

Un presente que para Sam (Matthew Fifer) viene definido por unas relaciones sexuales vacías,inocuas, donde la búsqueda de lo reparatorio y lo reconfortante no se halla, se desmantela. Se desmantela en unos ataques de ansiedad, unos ahogos, unas asfixias que dominan su cuerpo recordándole que, una vez hace mucho tiempo, éste ya fue dominado contra su voluntad. 

Una voluntad que Sam (Sheldon D. Brown) vió truncada por mostrarse; por ser quien unx es. Un cuerpo marcado por ello y, en el presente, diversificado en la relación con Ben (Matthew Fifer). Un cuerpo que se ve a sí mismo como una otredad porqué aquello que no forma parte de él lo ha dictaminado así.

Unas otredades que se reproducen sin cesar en Sam (Sheldon D. Brown) y en Ben (Matthew Fifer); en el círculo íntimo entre ellos, cuando intentan mostrarse —sin demostrarse nada—, pero también cuando se presentan a sus familias respectivas y siempre con perspectivas.

Matthew Fifer nos muestra un juego y un duelo interpretativo sobre cómo matarse a unx mismx para poder ofrecernos sin condiciones, sin otredades. Un juego de reflejos y de aceptar las “otredades” como parte intrínseca de nuestro ser. 

Cicada’ es una rareza que, como las cigarras, sale cada largo tiempo pero que también forma parte de tu presente, de tu ser i de tu estar. 

Deja un comentario