‘DESERTO ROSSO’ O CÓMO PERDERSE REALMENTE EN LO ONÍRICO

Ente tinieblas, escombros, chimeneas y contaminación Giuliana (Monica Vitti) intenta conectar con su vida después del accidente automovilístico que tuvo. Accidente que la lleva, en el presente, a iniciar una relación —amorosa o no— con un compañero de trabajo, el señor Corrado Zeller (Richard Harris), en la planta que administra su marido. Marido que verá como Giuliana (Monica Vitti) se abstrae de la realidad, y Giuliana verá cómo su marido perpetúa una realidad ajena a ella. Una lejanía que la sitúa en una soledad brutal y unas compañías que la llevan a una habitación roja, al ‘Deserto rosso’.

Un desierto que parece de otro planeta. Integrado por unas máquinas superiores a las personas y unos espacios que los engullen sin remordimiento, siendo aceptados por las personas que lo ocupan. Un desierto que lleva a Giuliana a ser externa a él; a vivirlo desde fuera, a crearse su contexto. 

Un contexto que la lleva, con Corrado (Richard Harris), a una cabaña con otras personas y cabaña que la sitúa en una habitación roja. Unos márgenes dentro de los márgenes donde actuar siendo fiel a unx mismx. Un espacio que no engulle a las personas y donde no existen las máquinas para su control. 

Un control que se diluye y, a la vez, se concreta en los sueños, en lo onírico, en las pesadillas que tiene Giuliana (Monica Vitti) desde el principio y que se concreta, sólo para diluirse en alta mar, alejada de la tierra firme. Una tierra que, aunque parezca una obra pictórica, es aterrante y alienante.  Una tierra que, aunque se busque, nunca se encuentra. 

Michelangelo Antonioni dibuja un cuadro en movimiento terrorífico sobre la alienación en un contexto donde sentirse absorbidx y machacadx es lo habitual y normalizado cuando aceptas la realidad que te rodea. Una realidad pintada como un cuadro contemporáneo de Canaletto sobre Ravenna. Una Ravenna retratada que muestra lo terrible de la realidad, aunque no lleguemos a conocer lo que es. 

Deserto rosso’ es un bello y aterrador recuerdo onírico perdido en el tiempo sobre la realidad y nuestra posición en y sobre ella. 

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