‘ED WOOD’ O CÓMO LO PEOR ES SÓLO UN PREJUICIO SOCIAL

Hay que esforzarse para ser el mejor. Siempre, claro, dentro de lo que te guste, de tus aficiones y curiosidades más afines. En un mundo donde lo generalizado es normalizado, lo espectacular se singulariza. Pero lo espectacular, eso sí, tiene que ser agradable. Agradable a la vista, al oído, al olfato, a los sentidos, al gusto. Lo contrario, es la historia de ‘Ed Wood’, película dirigida por Tim Burton.

Algo que provoca risa o burla por ser, precisamente, extraño, ajeno y/o singular a uno mismo es algo ridículo. También algo que es menor de lo que podría o debería ser; que es escaso. Esto mismo es Edward Davis Wood Jr. Con afición por el cine, intenta hacerse un hueco dentro del star system Hollywoodiense de los años 1950. Hueco, lugar, reconocido en segunda fila, como Bela Lugosi, después de haber acariciado la fama.

Años 1950. Hollywood. Lujo, derroche, fama, amor y celuloide. Personas reconocidas a nivel mundial —mejor dicho, nivel occidental— por encarnar el deseo, el amor, la dolce vita, el lujo, el tener por tener, el más, siempre, es más y la no necesidad. Después, está claro, de la segunda guerra mundial; del no tener nada a tenerlo todo o, por lo menos, a saber que se es capaz de tenerlo.

Ed Wood es la parte contraria, eso sí de la misma moneda, de ésta visión. Intentar ser parte de algo es importante para las personas. El ser humano es un ser social, necesita de los demás para poder continuar. Continuar consigo mismo para poder ofrecer y ofrecerse algo diferencial, entre nosotros. 

Esto es lo que hace, precisamente, el aspirante a director Ed Wood; intentar encajar en el star system hollywoodiense sin ningún beneficio. Aquí, lo maravilloso, es que no lo hiciera pues, al no hacerlo, se permitió a sí mismo una creación al margen de los dictámenes de la época haciendo que su proceso creativo fuera completamente diferente dando una visión nueva.

La historia de Ed Wood es la historia que muestra que, desde los márgenes sociales, desde fuera del constructo social impuesto, la creación, la modificación, quebrantar lo inquebrantable, renovarse, restablecer, avanzar, es posible. Es posible sólo si no se sigue la norma pues, por el contrario, vemos a Bela Lugosi (interpretado maravillosamente por Martin Landau) recavándose para volver a introducirse en dicho sistema cinematográfico, sin ningún éxito.

Tim Burton nos  sube a su viaje fílmico para enseñarnos el recorrido de un director que, post mortem, fue reconocido como el peor director de cine de la historia. Pero es que a veces, si no siempre, lo peor es lo mejor.

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