La exploración de una vida. La de David Wojnarowicz, en Nueva York. En los años 80 y 90 del siglo XX, con la epidemia del SIDA asolando la ciudad Estadounidense donde la efervescencia artística parecía ser no tener techo, disparada como sus rascacielos. Un arte para la élite y que, en ‘Wojnarowicz: f**k you fa***t f**ker’, se empieza a crear desde los márgenes para los márgenes.
Unos márgenes que sirven para inspiración de la cultura mainstream y centrada, como una ‘biblioteca’ donde ir a buscar lo próximo, lo candente, lo que viene. Una venida que no quiere centrarse. Mas bien quiere ser, existir, visibilizarse.
Una visibilización que David Wojnarowicz nos explica, a través de la reconstrucción de sus obras, sus acciones, sus pensamientos y sus situaciones en la ciudad de Nueva York, a modo post mortem, a través de sus diarios grabados, testimonios, su grupo de música, sus fotografías y su cuerpo.
Un cuerpo resignado y catalogado por el centro como infectado, productor de pecados, desviado, manchado y relegado del centro a los márgenes. Unos márgenes que Wojnarowicz convierte en político pues tu situación, tu contexto, tu estado es el arma política más potente que tienes para subvertirlo todo.
Un arma que, a través del arte, desde un muelle abandonado, acaba siendo anhelo del centro sin que éste, por sus características del ser pueda, por suerte, albergarlo. Un arte de guerrilla para visibilizar, desde las sombras impuestas, situaciones presentes.
Chris McKim nos lleva a una Nueva York efervescente movida, como siempre, por los márgenes y para los márgenes. Una reconstrucción, con tintes de found footage, de la vida del artista David Wojnarowicz como persona homosexual que contrajo el SIDA y su lucha empleando el arte como herramienta política.
‘Wojnarowicz: f**k you fa***t f**ker’ es la visibilización de los márgenes newyorkeses.