Afganistán. Antes, para Amin, era casa, era hogar. Hogar que tuvo que abandonar cuando la Unión Soviética se apoderó de él. Una unión que separó a todo aquello que disturbara su nuevo orden establecido. Un orden establecido que llevó a Amin a recurrir a las redes de tráficos de personas para salir del país. Un país que separó a toda su familia hacia diversos puntos de la geografía. Una geografía que dibuja el relato de Amin y, a la vez, los relatos migrantes de muchas personas que huyen de su situación, de su contexto, de su hogar. Esto es ‘Flee’.
Unos relatos que se dibujan en unos marcos bien definidos dentro de la geopolítica y que impactan en lo personal y lo estructural para responder a un juego de poder superior. Un juego que tiene como resultado la separación y disociación de las personas con para su entorno y, sobretodo, con los suyos, con aquellxs que de verdad sí son hogar. Es, en definitiva, una ruptura con el hogar propio.
Un hogar que queda relegado por la supervivencia personal y contextual, la cual se difumina en las redes ilegales de tráfico de personas, para llegar a una nueva delimitación de un territorio. Territorio que, con suerte, respetará que sobrevivas: la estructura rechazará todo aquello ajeno a ella misma.
Un relato ajeno, el que Amin nos explica antes de casarse con su novio, que mezclará lo perfilado con lo difuminado con tal de guiarnos desde lo particular a lo global. Una particularidad que se aprecia, en la pantalla, en el mismo dibujo, en la misma animación que vemos, pues su historia contada dentro de ese parámetro es la de todxs los refugiados pero, a la vez, la suya.
Una historia que, intercalada con imágenes de archivo reales, sitúan el conflicto que le hizo huir de su país en una escala de la estructura donde los juegos geopolíticos definen las normas de un tablero moldeable, sin importar las graves consecuencias, para los dirigentes.
Jonas Poher Rasmussen realiza un documental con unas líneas narrativas audiovisuales muy originales para contar un relato particular y anónimo que da voz a lxs refugiadxs, tanto de entonces como de nuestros tiempos.
‘Flee’ es esa huida por el bosque, de la guerra, de un hogar que no te quiere, de la superestructura que te rechaza.