‘SHADOW’ O CÓMO REAVIVAR LA LUZ EN LA SOMBRA

La China antigua. Un reino, gobernado por un joven rey. Un militar desterrado con un arma secreta. Una persona idéntica que lo salvaguarda de un rey ambicioso por mantener su poder tal y como está, tal y como él lo conoce. Otro reino, amenazado por los conflictos de intereses, por las sombras de lo que fue y lo que ya no es. Un juego de identidades, de luz y de sombras. Por Yimou Zhang.

‘Shadow’ es un relato audiovisual que hace referencia al caballo de Troya. Tres piezas que juegan al juego del poder: el rey de Pei (Ryan Zheng) no ambiciona la guerra, ambiciona expandir su reino; el militar desterrado no ambiciona matar a quien lo desterró sino el reino de quien lo desterró; y la sombra no ambiciona ser militar sino el amor de una mujer, la mujer (Li Sun) del militar.

Como un baile. Sincronía. Unos movimientos de luz y color para hacer la guerra, para saciar la ambición. Unos caballeros de las artes marciales inundados en la filosofía oriental Xia, con los movimientos del Sol y la Luna; con la definición del Yin y el Yang como trasfondo. En blanco y negro. Pero sabiendo que, en el negro, también hay algo de blanco y, en el blanco, algo de negro.

Una escala de grises. Sombras, nada más. Y rojo. Un juego de luces de Wuxia hipnotizador para el espectador. Una película en blanco y negro pero con mucho color. Con poder visual e imágenes agradables para la vista. 

Yimou Zhang nos presenta esta historia mitológica china sobre el poder y los intereses de ésta. Nos presenta esta obra audiovisual basada en el Ying y el Yang manchado de sangre. Blanco, negro y rojo; poder audiovisual. Una obra de género Wuxia que anestesiará al espectador. Una muestra de que el cine, como en sus comienzos, es, sobretodo, un arte visual. Una sinestesia visual.

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