‘THE SQUARE’ O CÓMO LOS MUSEOS SON LAS NUEVAS IGLESIAS EN LA CONTEMPORANEIDAD

Cómo gestionamos  la cultura es más poderoso de lo que nos creemos; lo que se expone es de vital importancia pero más importante es conocer aquello que no se expone. Sobretodo el por qué no se muestra. Christian (Claes Bang) es gestor cultural y director artístico de un importante museo de Estocolmo para el cual trae una instalación llamada ‘The Square’ la cual relata, poéticamente, los valores humanos y altruistas. Valores que, desde su posición de poder y prestigio social, se verán truncados cuando, un día de camino al trabajo, le roban el móvil, la cartera y los gemelos de la camisa.

Móvil, cartera y gemelos de la camisa heredados de su abuelo recuperados de una forma misteriosa, después de repartir cartas amenazantes en la posible localización de estos, después de publicar en redes sociales y medios de comunicación un video promocional de la instalación ‘The Square’ sobre una niña indigente rubia que explota. Después de hacer galantería de su posición social y de dejar libre su ira; lo bajo y lo alto en unx; en Christian (Claes Bang).

De lo popular a lo supuestamente exquisito. La cultura es un medio de entendimiento, sí. Pero mal utilizada es un modelo estructurado más de discriminación social. Alta y baja cultura; aquellos que poseen los medios de producción y distribución cultural son los que definen qué es cultura mientras que lxs que no disponemos de medios de producción y distribución culturales tendemos sólo a reproducirlos. La democratización de la cultura no es útil si no tenemos un background para entenderla.

Es un esquema de clase: quien tiene el conocimiento tiene el poder funcional. Poder que reproduce para mantener apacible las clases altas, las bajas y las intermedias así como el control de lo social con lo salvaje como la distinción —como diría Pierre Bourdieu—. Distinción que sirve como frame para controlar la ira. Distinción que lleva a Christian (Claes Bang) a comprarle un bocadillo de pollo con cebolla a una mujer indigente. Bocadillo que ella ha pedido sin cebolla. 

Ruben Östlund  nos encuadra en el mundo de lo que mostramos y lo que ocultamos. Una visión sobre los parámetros de la alta y la baja cultura y cómo seguimos reproduciéndolos como esquema, como un cuadrado. Un frame que se centra en el propio self; unas imágenes que empujan nuestra ira para dejar vislumbrar nuestro savoir-faire social.

‘The Square’ es el juego de la doble moral; arte contemporáneo reproduciendo valores burgueses.

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