’PACIFICTION’ O CÓMO TENSIONAR EL PARAÍSO

El paraíso. La Polinesia Francesa, atardeceres de ensueño, surf, la calma y la violencia del mar. Y del hombre. Una población que teme la reanudación de los ensayos nucleares en sus mares. Un supuesto avistamiento de un submarino nuclear de la armada francesa que lo provoca. En medio, De Roller (Benoît Magimel), un representante del Estado Francés que se mueve entre las altas esferas y los tugurios de la isla. Una isla que tiene bajo su control hasta que, dicho suceso, lo pone en jaque cuando, en un bar de noche, se encuentra con el capitán del supuesto submarino. Una situación de tensión en aparente calma. La búsqueda de aquello evidente. El término de la ‘Pacifiction’.

Una búsqueda que lleva a De Roller (Benoît Magimel), vestido de blanco como si de un mesías se tratase, a lidiar con la prohibición para la población local de entrar en los casinos realizada por la iglesia. Lo lleva al disco-pub del pueblo para intentar saber la verdad de la propia boca del capitán cuando éste está lidiando con su apetito sexual acosando a chicos jóvenes. Un lidiar que encuentra algo parecido al punto medio en Shannah (Pahoa Mahagafanau).

Un punto medio, Shannah (Pahoa Mahagafanau), que duda hasta de su situación, de su intervención. Recepcionista de un hotel situado en la isla, mano derecha de De Roller, duda de la secreteria de éste, viendo en ella una arma de doble filo para con los ensayos nucleares.

Arma que lleva a De Roller (Benoît Magimel) a dudar hasta del Estado al que representa en el paraíso. Un Estado que juega sus cartas y un De Roller que se ve entre lo que cree saber, lo que sabe y lo que ve. Una mezcla de perspectivas que acaba por alejarle de los hechos.

Lo último de Albert Serra nos sitúa, precisamente, entre lo que creemos, lo que sabemos y lo que vemos en un entorno idílico que sólo hace que incrementar nuestra tensión en una presunta calma que nos impregna el entorno. Lo que se dice, lo que se oye, lo que se ve, lo que se siente, lo que se entiende y lo que se palpa se acaban convirtiendo en lxs verdaderxs protagonistas en ‘Pacifiction’.

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