‘LES GARÇONS SAUVAGES’ O CÓMO MOSTRAR LA ESCALA DE GRISES ENTRE EL BLANCO Y EL NEGRO.

Ser de ‘buena familia’. Tener libertad. Libertad para poder escoger. Escoger un crimen atroz con tus amigos, también de ‘buena familia’. Francia, principios del siglo XX. Cinco adolescentes se ven relegados a alta mar, con El Capitán (Sam Louwyck) para pagar por dicho crimen, para transformarlos en individuos correctos socialmente. Para transformarse ellxs mismxs cuando, después de rebelarse contra El Capitán y sus métodos, se sitúan en la isla de Reunión. Isla que les llevará a un viaje entre el deseo y la represión, entre la violencia del deseo y la felicidad de la represión, entre su estado social privilegiado y ser unx ciudadanx de segunda, entre lo salvaje y lo civilizado. Unxs ‘garçons sauvages’ para ver la escala de grises entre los polos.

Crecer. Crecer en un mundo donde los polos opuestos se atraen porqué básicamente sólo hay dos polos, puede ser peligroso. Los matices ayudan a distinguirse y distinguirnos con nosotrxs mismxs. De izquierdas o de derechas, ricos o pobres, hombre o mujer, culto o ignorante. Polos opuestos que, en el fondo, asignan características superiores o inferiores, sin dilataciones, sin matices, con clasificaciones como normatividad. Normatividad que, en el viaje fílmico de peyote que nos ofrece Bertrand Mandico, podemos derivar, podemos ir más allá; ver la escala de grises entre los dos polos.

Polos, uno de ellos, gobernado por lo fálico, lo potente, lo destructor, lo mandatario. El otro, por la pasividad, por la sumisión, lo destruido, lo subyacente. La asignación de estar en lo potente, en lo destructor, en lo mandatario, reinado por la aceptación del entorno social y la asignación contraria de la sumisión, de lo subyacente reinado, también, por el entorno social. Entorno social que asigna dichas características y que no tiene en cuenta la potencia de lo subyacente ni lo mandatario que hay en la sumisión. La pregunta es: ¿qué hay de dicho bipolarismo cuando se desprende del entorno social en el que se desarrolla?

Les Garçons Sauvages’ es una respuesta psicotrópica a dicha pregunta. Es un pasaje alucinatorio, con pinceladas de cine expresionista alemán, que nos muestra la fuerza que tiene hoy en día, tristemente, la asignación de ‘ser hombre o ser mujer’, y más en la adolescencia, cuando se pasa de infante al futuro adultx que tiene que vivir en sociedad, en dicho entorno social. Entorno social que no admite una discordancia entre sexo y género y del cual formamos parte todxs.

Adentrarse en éste viaje de la mano de Bertrand Mandico es atreverse. Atreverse a ver, entre el blanco y negro del frame, la escala de grises. Es atreverse a ir más allá. Ir más allá para volver más presente que nunca a la realidad que nos rodea.

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